Auto cuidado del Terapeuta

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El autocuidado de terapeuta es tan importante como el manejo de las técnicas que utiliza en sus tratamientos, por ello debemos ser conscientes de la necesidad de aprender a utilizar herramientas que nos ayuden a no vernos afectado por  el intercambio energético y prevenir afecciones naturales provenientes del contacto con aquellos a quienes se quiere ayudar.

He aquí pues, algunas ideas especialmente indicadas para los que trabajamos con terapia manual, energética.

Antes de iniciar el tratamiento:

Desarrollar Protección:

Antes de entra en contacto con el paciente inhalamos y exhalamos tres veces, de manera lenta y profunda. Cada uno en su propia creencia espiritual va a visualizar en frente a su cabeza la imagen de ese ser al cual le profesa Fe. Del corazón de ese ser emana una luz blanca de abundancia de amor, de salud que llena todo su cuerpo. Ese canal de energía va a mantenerse durante todo el tratamiento, permitiendo que usted se convierta en un canal de esas energías.

Durante la terapia:

Respiración:

Alguna técnicas de respiración deben ser usada por el terapeuta. El ejercicio respiratorio se utiliza para incorporar la energía ambiente, eso permite integrar mejor las energía de ambas partes, eliminando choques de  entre ellas, permitiendo un tratamiento más fluido y ahorro de energico de parte del terapeuta.

 

Mantenga una piedra de turmalina en un bolsillo o gabinete, para que “succione” las energías negativas que puedan llegar contaminar el espacios

 

Al finalizar la consulta:

Inmediatamente haber terminado el tratamiento salga a un sitio que tenga tierra y sacuda las manos de manera fuerte por varias veces, visualizando como la energía negativa sale de su cuerpo por sus dedos, y se absorbe en la tierra.

 

Par la higiene y protección energética del terapeuta es necesario lavar las manos con una mezcla de jabón líquido y sal gruesa, desde codos hasta las manos al finalizar cada sesión de trabajo, con el objeto de eliminar cualquier traza de energía viciada que podría adherirse a nuestro cuerpo durante el contacto con el paciente.

Manolo Amador

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